Frio, congelado, con la piel tirante y una sonrisa en la cara me encontré a mi padre en la puerta de un banco. Con los mismos ojos que una lubina en la pescadería: como espejos de lágrimas heladas. Era una buena pieza, seguro.
En Madrid, exactamente cuatro plantas por debajo de un parking subterráneo, se encuentra la calle del proceso. Todos los relatos y opiniones que se muestran en este blog proceden de allí, donde muy probablemente deberían de haberse quedado...
lunes, 28 de septiembre de 2015
domingo, 20 de septiembre de 2015
Del mar y de la arena
Por escribir escribo de los paisajes, del mar y de la arena. Por escribir hablo de mí y de mi anónimo, de ti, de lo que desconozco. Por escribir no escribo del infinito de cuerdas en el cielo detrás de las últimas casas de la ciudad. Si escribo de estos postes de luz, de sus sombras en el suelo, del silencio de la electricidad, desde luego no escribo por escribir.
miércoles, 16 de septiembre de 2015
En tu congelador
Lo más difícil es guardarme en bolsas. Plegarme adecuadamente para evitar que todas esas espinas acaben rasgando el plástico. Nadie sabe lo que me tengo que retorcer, a veces incluso me encuentro la cabeza del revés, y todo, porque no cuidan los materiales; cada vez más enclenques, cada vez más caros.
¿Es posible?
He llegado al final de mi imaginación. A su destino, a la última puerta y ahora no sé volver. Soy lo que queda después de la libertad, una estrella fugaz, la manera de caminar de los borrachos. He sentido el dolor de la madre que pierde a su hijo, la angustia de los que saben que van a morir en un impacto de avión, o de coche o de tren.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Te lo digo yo
Y lloras y olvidas y emborronas tus mejillas con gomas de cristal. Reflejos sin hueso, rellenos de mi me dañan la vista me joden las Ray Ban, me irritan la piel. Espejito, espejito ¿quién es eso qué empieza a desaparecer?
martes, 1 de septiembre de 2015
Poderes como él
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Si un hombre va al cielo, y no viene ¿Es que no sabe aterrizar?
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Los hombres no van al cielo.
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¿Y dónde van?
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Van debajo de la tierra.
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Mi abuelo ha ido al cielo.
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¡Si hombre! Y ¿por qué vas a ponerle flores a una piedra?
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