lunes, 12 de octubre de 2015

¿Cuál es mi cámara?

Me enciendo un cigarro, empieza a llover. Madrid es un mapa de metro, pero decido ir dando un paseo; queda aún más peliculero. Todo son piezas. Piezas, figuras y geometría en cada bocanada de humo, que no encajan en ningún lugar. El sonido de los tacones es en blanco y negro, los pantalones pitillo, y las luces de los faros la piel de mi camino. No será largo, solo me queda la mitad de la ceniza. Recuerdo la última vez que tuve compañía, tampoco era tan imprescindible olvidarla… Mientras la noche amanezca, la luz será la adecuada, para poder ocultar el sentimiento exacto. Es cuestión de maquillaje, de ciencia. Y cuando se acabe mi cigarro, y los gatos sean de colores, seré la incógnita de una ecuación gris, pero de momento, ¿cuál es mi cámara?


jueves, 1 de octubre de 2015

lunes, 28 de septiembre de 2015

Entre la calle Alcalá y la Gran Vía

Frio, congelado, con la piel tirante y una sonrisa en la cara me encontré a mi padre en la puerta de un banco. Con los mismos ojos que una lubina en la pescadería: como espejos de lágrimas heladas. Era una buena pieza, seguro.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Del mar y de la arena

Por escribir escribo de los paisajes, del mar y de la arena. Por escribir hablo de mí y de mi anónimo, de ti, de lo que desconozco. Por escribir no escribo del infinito de cuerdas en el cielo detrás de las últimas casas de la ciudad. Si escribo de estos postes de luz, de sus sombras en el suelo, del silencio de la electricidad, desde luego no escribo por escribir.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

En tu congelador

Lo más difícil es guardarme en bolsas. Plegarme adecuadamente para evitar que todas esas espinas acaben rasgando el plástico. Nadie sabe lo que me tengo que retorcer, a veces incluso me encuentro la cabeza del revés, y todo, porque no cuidan los materiales; cada vez más enclenques, cada vez más caros.

¿Es posible?

He llegado al final de mi imaginación. A su destino, a la última puerta y ahora no sé volver. Soy lo que queda después de la libertad, una estrella fugaz, la manera de caminar de los borrachos. He sentido el dolor de la madre que pierde a su hijo, la angustia de los que saben que van a morir en un impacto de avión, o de coche o de tren.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Te lo digo yo

Y lloras y olvidas y emborronas tus mejillas con gomas de cristal. Reflejos sin hueso, rellenos de mi me dañan la vista me joden las Ray Ban, me irritan la piel. Espejito, espejito ¿quién es eso qué empieza a desaparecer?

martes, 1 de septiembre de 2015

Poderes como él

-          Si un hombre va al cielo, y no viene ¿Es que no sabe aterrizar?
-          Los hombres no van al cielo.
-          ¿Y dónde van?
-          Van debajo de la tierra.
-          Mi abuelo ha ido al cielo.
-          ¡Si hombre! Y ¿por qué vas a ponerle flores a una piedra?

sábado, 29 de agosto de 2015

Bajo mis pies

La salida de aire que hay justo encima de mi mesa se ha roto. Dicen que hay un problema en el sistema de ventilación, pero no es cierto; de las rendijas cuelga una cuerda y del extremo de esa cuerda cuelgo yo.

jueves, 6 de agosto de 2015

Qué hago aquí

Camino despacio, con la intención de no mirar atrás, pero despacio, con la intención de no esperar, pero… Camino sin entender por qué camino, con las manos en los bolsillos, me alejo… Camino con paso firme, ordenado, tenaz, y no entiendo… llevo un millón de pasos dados y sigue el camino. Entonces, el pasillo se acelera a cada lado, los cuadros colgados son paisajes subidos a un tren que pierdo, demasiado viento…

martes, 4 de agosto de 2015

Suficiente

Tengo el infinito paraíso dando vueltas en una taza y una cuchara de metal. Guardo el compás de la ceniza en una de cada dos caladas y van más de un millón, si contamos cada mañana desde que cumplí los diecisiete. Se puede decir que llevo un buen ritmo, pero a los dos minutos después, tengo otra vez la casa en llamas.

jueves, 30 de julio de 2015

Adrenalina

Trazos, digo trazos, y no veo más que manchas. ¡Y me harto de decir que las manchas ensucian! Un pintor purifica el lienzo ¡Tú lo perviertes!

lunes, 27 de julio de 2015

Porque tú me lo pides

Ya no soy adolescente, no me gusta esperar, por eso no me reconozco formando parte de esta fila que da la vuelta a la calle. Ni si quiera se ve la entrada… y alrededor, caras que no se parecen a la mía. No me apetece reír, para mí no es divertido, es más bien una tortura, pero aquí estoy, igual que todos estos a los que doblo la edad…

viernes, 24 de julio de 2015

Lo mismo que tú

Mi horario como director del Departamento de Relaciones Institucionales en la multinacional farmacéutica Kintong termina a las seis y media de la tarde. A las siete llego a mi ático de 200 metros cuadrados en la calle del Proceso, 18. Media hora más tarde me quedan dos horas para buscar algo de comer. Ayer anduve hasta la M-40, porque un compañero del trabajo me había hablado de unos grandes almacenes en los que todos los lunes después de cerrar tiran la comida caducada a unos grandes contenedores, y que no hay seguridad que te impida coger lo que quieras, y que, además, casi no hay gente que te robe lo tuyo.

martes, 21 de julio de 2015

Mañana madrugamos

- qué pasa?
- quiero que lo dejemos.
- qué?
- sí aunque después volvamos, pero de momento lo dejo.

sábado, 18 de julio de 2015

¡Vuela!

Uriel se aburre en la sala de espera del psiquiatra. Como en todas las primeras sesiones, cuando se trata de niños, son los padres quienes le cuentan al doctor los síntomas de su hijo. Pero, esta vez, llevan más de una hora dentro del gabinete insonorizado, y Uriel, fuera, se agota en un sillón azul.

miércoles, 15 de julio de 2015

Treinta años

Primero me dije “un cigarro y si no viene me voy", pero como después de ese cigarro no había venido, me dije, pues otro, y luego me dije “¿pues un tercero qué es?, si un cigarro no hace más de cinco minutos…

lunes, 13 de julio de 2015

Broma

Cuando Marine se bajó del coche, el gasolinero se subía la bragueta, un trozo de baba flotaba en el suelo y su dueño sobre la moto lo observaba con pena, olía demasiado a combustible y a sudor, más de lo normal, y un par de tíos se tocaba en el baño pasando de todo.

Escuchar...

No conozco el nombre de ninguno de mis vecinos, ni me interesan sus vidas, pero sueño con sus sueños y empiezo a expresarme con sus palabras, y mirar como me miran, y ni siquiera vivo en la misma casa.